maestrodellaves
Usuario de Bronce
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Hace ya casi 2 décadas que dejó de ser obligatorio el prestar el servicio militar (hacer la mili).
Y sí, era cierto que volvías hecho un hombre. Pero venías más curtido porque allí veías todo lo malo (o bueno, dependiendo del punto de vista de cada cual) de la vida: juergas, prostitutas o simples guarrillas, alcohol, drogas... vamos, desenfreno total.
Para mí era una especie de prueba para decidir, una vez acabado el servicio militar, el camino a seguir.
En mi caso, dicho servicio duró sólo 9 meses, luego pasó a 6 para otros reemplazos y ya al final lo quitaron para cambiarlo por el voluntariado.
No sé si os habeis fijado bien en la imagen de arriba, pero ese tipo que está tan moreno de piel (sí, el que lleva la camiseta de tirantes negra y gafas) era yo saliendo de la estación de tren de Cartagena, rumbo al CIM (Cuartel de Instrucción de Marineria).
Como mi hermano es mayor que yo y ya había hecho la mili, pude elegir la zona del Mediterraneo y lo más cerca era allí, ya que para tocarme en Barcelona hubiera tenido que tener un enchufe muy gordo.
En el CIM llegabas, dejabas la mochila en una fila y pasaban los perros para ver que no llevaras drogas (sustancias psicotrópicas decían los militares).
Recuerdo que en el tren, llamado "el borreguero" porque iba muy despacio, uno llevaba mucho costo (goma, chocolote, hachís) y como tenía miedo de que le pillaran, nos lo acabamos fumando.
Bien, llegas al cuartel, te pasan el cortacésped al cero, te miden y te dan la ropa.
Luego, una vez aseado y cambiado, vas a la Enfermería a que te pongan las vacunas reglamentarias (os vais a reir cuando lo veais en el video).
Dividen a los grupos por Brigadas y te asignan una litera.
Yo estaba acojonado, porque me había tocado la de más abajo y encima dormían 2 mastodontes (eran literas de 3).
Me pasaba las noches antes de dormir recomponiendo los muelles y hierros de las literas de arriba, antes de que vinieran.
Bueno, en el mes de instrucción te enseñaban a comportarte como un soldado: manejo de las armas (era muy bueno "trincando" el machete en el cetme (fusil) y por eso me llamaban "el gitano" y "el navajero", supongo que tambien el estar tan moreno contribuia un poco), posiciones al desfilar, coserse la ropa, etc.
Podías salir a la calle mediante permisos, pero ibas vestido de uniforme de gala (en mi caso, de marinerito xD).
Al acabar la instrucción, desfilas para jurar bandera.
Si haceis clic en la foto, ireis directamente al video que me dieron de dicho mes, al que edité el sonido para poner música y que acorté para que no pasara de 10 minutos.
Luego ya me mandaron al Hospital Naval de Mediterraneo.
Allí a las habitaciones las llamaban cabaretas y ya eran camas lo que había.
Allí, aparte de limpiar el cuartel, cada uno se ocupaba de un trabajo, un oficio.
Yo empecé en la Farmacia, pero después de unas semanas metieron al hijo de un mando y claro, a mí me sacaron.
Luego me enteré que por su culpa tenían más faena, porque el chaval sólo hacia que tocarse los webos.
Ahí ya me pusieron de guardia militar y entré en el negocio del business.
Aunque estaba "prohibido", cobraba por hacerles las guardias a otros o las cambiábamos por dias de permiso (franco paseo, se llamaban).
Me hice amiguete de las monjas que llevaban la parte de Cocina y Lavanderia del hospital y me dejaron subir a la azotea (no dejaban a nadie) para hacer fotos.
Les echaba una mano cuando podía y me daban un bocata y una Coca-Cola.
Teníamos una Cantina donde pasar al rato con juegos de mesa o viendo la Tv, pero a las 22 horas la cerraban.
No pasa nada, me hice amigo de los chófferes que dormian aparte y tenían su propia Tv, nos pediamos unas pizzas y a pasar más rato.
Aunque no podías salir si tenias el día de guardia, si no tenia una guardia nocturna, aprovechaba que tenia las llaves y abría la puerta trasera, sacábamos los coches y nos íbamos de fiesta a la ciudad.
Uno de los que tenía coche era una caña: para ir conducía muy mal, pero al volver era un as del volante cuando iba ebrio.
Cosas raras que tiene la vida.
¡Ah, sí, las novatadas! Pues eran tonterías: llenarte de espuma de afeitar, deshacerte la cama y la taquilla (lo que llamaban el "helicóptero"), en fín, chorradas.
Total, que fué una experiencia y si te lo montabas bien no era algo tan duro como uno creia.
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