Así es, el robot de Google cada vez entiende mejor Javascript y el CSS que usamos para asignar propiedades a los elementos. Tanto es así, que es capaz de decirte si tus botones están optimizados para móviles en función del espacio que hay entre ellos y la facilidad para pulsarlos.
Además, sabemos que penaliza cosas como poner el texto del mismo color que el fondo para ocultarlo, como bien comentaba un compañero.
En definitiva, el robot de Google es muy listo y los ingenieros no paran de enseñarle los trucos que usamos para torearlo