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El dropshipping es una manera de montar negocios online o e-commerce, cuya principal característica es que no se requiere tener tienda física, ni stock, ni realizar una gran inversión en cuanto a papeleo y demás asuntos que sí que hay que llevar a cabo en un negocio tradicional. En tres o cuatro días y con una inversión en torno a 100 o 150€ tienes montada tu tienda virtual, sin más trámites.
Principales ventajas.
Escasa inversión
Como comentaba antes, por una cantidad que cualquiera puede reunir ya tienes montada tu tienda en internet. Sin duda, uno de los principales escollos con los que se encuentra una persona que quiere emprender su propio negocio es la falta de liquidez y las pocas posibilidades de recibir crédito o financiación por parte de los bancos o de inversores, los cuales, a parte de querer una contraprestación, normalmente sólo arriesgan en proyectos que creen que serán altamente rentables.
Sin intermediarios
Otra característica fundamental de esta forma de crear negocios es la ausencia de intermediarios entre el distribuidor del producto y tú, como propietario de la tienda. De esta forma, el margen de beneficio siempre será mayor que si tienes que contactar con representantes o empresas filiales de los grandes distribuidores. Por cada persona o entidad que entre a formar parte del juego del negocio, se van perdiendo beneficios.
Tu proveedor se encarga de todo, tu sólo de vender
La empresa con la que llegues a un acuerdo, será la encargada de realizar los envíos, facturar, devoluciones etc… Tu cometido será únicamente (y no es poco), llegar a un público para que compre en tu portal. El resto del proceso de compra será a cargo de la empresa distribuidora. Los márgenes de beneficio sobre la venta tendrán que establecerse en un acuerdo previo, pero, en cualquier caso, es una manera muy efectiva de iniciar tu negocio.
Pero no es oro todo lo que reluce. Tienes que tener en cuenta que, aunque la inversión es muy pequeña, puede llegar el caso de que ni siquiera la recuperes. Está claro que en internet la competencia es máxima y que, para llegar a un público mayoritario y que no sólo sepan de tu existencia, sino que lleguen a comprarte artículos, has de tener una serie de conocimientos mínimos en técnicas de marketing digital, social media y posicionamiento en buscadores o SEO para, en la medida de lo posible, diferenciarte y aportar algo que haga que el potencial cliente te elija a ti y no a una de las miles de tiendas online que seguro encontrarán.
Ventajas para el mayorista
Este modelo de ventas permite al mayorista crear una amplia red de revendedores de sus productos al facilitar las barreras de entrada al mercado puesto que con una mínima inversión cualquier persona puede comenzar a vender en internet de una forma rápida.