¿Cuánto dinero quieres hacer anualmente? Si no te has planteado seriamente esa pregunta, deberías. ¿Por qué no lo harías? Es una pregunta muy fácil de responder. Y hasta que no pienses en ella, es imposible determinar cómo lograrás ese objetivo.
Cuando estaba en mis veinte, mi padre me sentó y me hizo la misma pregunta, sin rodeos. El consejo que me dio después fundamentalmente cambió mi forma de ver el trabajo y me llevó a mi carrera actual.
Le dije que quería ganar USD$100.000 anualmente. En ese momento, pensé que era muchísimo dinero. Él me dijo, trabajarás por los siguientes 30 años. Así que, ¿cuánto dinero haría en toda mi vida? Hice el cálculo: USD$3 millones.
Él me preguntó si estaba feliz con esa cantidad. Y si no lo estaba, qué iba a hacer al respecto.
Mi padre era muy inteligente. 3 millones no parecían ser mucho para 30 años, pensando en los impuestos y los gastos para vivir. La suma no me cuadraba: La vida es corta, y no parecía suficiente para una vida de trabajo. Cuando miré el último cheque que había recibido, no estaba feliz.
Mi padre me dijo que la única manera de crear riqueza es encontrar una oportunidad de negocios con un efecto multiplicador y que no requería mi presencia. Me tomó un tiempo comprender lo que quiso decir. La última parte era fácil. Él explico, “Un doctor solo puede ayudar a tantas personas en un día y en un año. Un abogado solo puede tomar tantos casos.” Para crear una gran riqueza, necesitaba encontrar algo que no requiriera mis manos o mi presencia. Muy bien.
La segunda parte era más complicada: ¿Qué quiere decir un efecto multiplicador? Él me dijo que debía sumarme o crear algo que sería usado una y otra vez, que las personas no dejarán de necesitar. En otras palabras, él me explico la idea de cobrar regalías. Eso tenía sentido. Y eso es lo que me animó a empezar a licenciar mis ideas.
Hoy, hay muchos ejemplos de negocios que comparten estas cualidades. Por ejemplo, los diseñadores de aplicaciones, o las franquicias; y por supuesto, hay un sin número de ejemplos de métodos más tradicionales, como la bolsa, los bonos y las bienes raíces.
Para mí, el concepto de un efecto multiplicador fue tremendamente atractivo. Algunas personas sienten placer y alegría al ser maestros en su oficio, de trabajar todos los días con sus manos. Ese no es mi caso. Quería ganar dinero y quería hacer cosas nuevas, desafiándome constantemente en nuevas formas.
¿Cuánto dinero quieres hacer? ¿Cómo lo harás? Encontrar mi efecto multiplicador, escribir un libro, ofrecer un curso y licenciar mis ideas, me ha permitido vivir dónde quiero, tener empleados en otros lugares y ser mi propio jefe. Es increíblemente liberador. Me acomoda.
No estoy diciendo que es para todos. Pero quiero que críticamente te preguntes cuánto quieres ganar, y hagas el cálculo.

Cuando estaba en mis veinte, mi padre me sentó y me hizo la misma pregunta, sin rodeos. El consejo que me dio después fundamentalmente cambió mi forma de ver el trabajo y me llevó a mi carrera actual.
Le dije que quería ganar USD$100.000 anualmente. En ese momento, pensé que era muchísimo dinero. Él me dijo, trabajarás por los siguientes 30 años. Así que, ¿cuánto dinero haría en toda mi vida? Hice el cálculo: USD$3 millones.
Él me preguntó si estaba feliz con esa cantidad. Y si no lo estaba, qué iba a hacer al respecto.
Mi padre era muy inteligente. 3 millones no parecían ser mucho para 30 años, pensando en los impuestos y los gastos para vivir. La suma no me cuadraba: La vida es corta, y no parecía suficiente para una vida de trabajo. Cuando miré el último cheque que había recibido, no estaba feliz.
Mi padre me dijo que la única manera de crear riqueza es encontrar una oportunidad de negocios con un efecto multiplicador y que no requería mi presencia. Me tomó un tiempo comprender lo que quiso decir. La última parte era fácil. Él explico, “Un doctor solo puede ayudar a tantas personas en un día y en un año. Un abogado solo puede tomar tantos casos.” Para crear una gran riqueza, necesitaba encontrar algo que no requiriera mis manos o mi presencia. Muy bien.
La segunda parte era más complicada: ¿Qué quiere decir un efecto multiplicador? Él me dijo que debía sumarme o crear algo que sería usado una y otra vez, que las personas no dejarán de necesitar. En otras palabras, él me explico la idea de cobrar regalías. Eso tenía sentido. Y eso es lo que me animó a empezar a licenciar mis ideas.
Hoy, hay muchos ejemplos de negocios que comparten estas cualidades. Por ejemplo, los diseñadores de aplicaciones, o las franquicias; y por supuesto, hay un sin número de ejemplos de métodos más tradicionales, como la bolsa, los bonos y las bienes raíces.
Para mí, el concepto de un efecto multiplicador fue tremendamente atractivo. Algunas personas sienten placer y alegría al ser maestros en su oficio, de trabajar todos los días con sus manos. Ese no es mi caso. Quería ganar dinero y quería hacer cosas nuevas, desafiándome constantemente en nuevas formas.
¿Cuánto dinero quieres hacer? ¿Cómo lo harás? Encontrar mi efecto multiplicador, escribir un libro, ofrecer un curso y licenciar mis ideas, me ha permitido vivir dónde quiero, tener empleados en otros lugares y ser mi propio jefe. Es increíblemente liberador. Me acomoda.
No estoy diciendo que es para todos. Pero quiero que críticamente te preguntes cuánto quieres ganar, y hagas el cálculo.